
Es crucial contar con un filtro que nos ofrezca la garantía y seguridad de que estamos bebiendo agua buena para nuestra salud porque el agua potable está expuesta a muchas toxinas y, con frecuencia, el método con el que limpiamos este líquido puede perjudicarnos.
El lugar donde se encuentra su residencia afecta a la calidad del agua. El agua que sale de su grifo sigue conteniendo impurezas aunque tenga un sistema de agua potable y utilice un hervidor para purificarla.
La instalación de un filtro de agua doméstico es la respuesta a este problema.
¿Qué son los filtros para agua?
Un filtro de agua es un dispositivo que limpia y filtra el agua antes de que entre en su casa. A pesar de que su suministro de agua es seguro para beber, ciertos compuestos o agentes potencialmente peligrosos pueden seguir presentes.
El único método para eliminar totalmente desde sólidos en suspensión, como arena u otras partículas, hasta metales pesados, productos químicos, gérmenes, pesticidas y bacterias, entre otros, es disponer de un filtro de agua.
Ventajas de emplear un purificador
- Elimina bacterias, virus y parásitos sin utilizar cloro. El cloro y la cloramina pueden provocar problemas de salud hepática, cáncer de colon y vejiga, entre otras enfermedades, según una investigación realizada.
- Elimina el flúor. Según diversos centros de investigación, este componente puede provocar problemas de salud como mal funcionamiento de la tiroides, enfermedades de las encías y cáncer de vejiga.
- Prescinde de los metales pesados y los pesticidas. Algunos pesticidas pueden encontrarse en las aguas subterráneas, por lo que los filtros de agua los eliminan.
- Proporcionan un sabor superior. Los filtros de agua mejoran el sabor al eliminar el cloro y los gérmenes.
- Disminuyen la posibilidad de desarrollar trastornos digestivos. La eliminación de las bacterias cryptosporidium y giardia, frecuentes en el agua potable, reduce el riesgo de enfermedad hasta en un 33%.